La gestión estratégica es el proceso mediante el cual las empresas desarrollan e implementan planes para alcanzar objetivos a largo plazo, y así lograr una ventaja competitiva sostenible en el tiempo.
La gestión estratégica implica la asignación eficiente de recursos y la formulación de políticas que promuevan el éxito empresarial en un determinado mercado. El objetivo principal de la gestión estratégica es asegurar una posición competitiva sostenible a largo plazo en la empresa, a través de la elaboración de una planificación de las medidas a llevar a cabo según las dinámicas del mercado. En definitiva la gestión estratégica de un empresa tiene como propósito garantizar el crecimiento y la sostenibilidad de la organización.
Para mejorar la comprensión sobre qué es la a gestión estratégica imagina que se trata de planificar un viaje largo para tu negocio. Primero, decides a dónde quieres que llegue tu empresa en el futuro. Luego, planificas la mejor ruta para llegar allí, eligiendo qué caminos tomar y qué recursos necesitas. A medida que avanzas, revisa si vas por buen camino y haces ajustes si es necesario. En resumen, la gestión estratégica como elemento clave de una gestión empresarial eficaz, consiste en asegurarte de que tu empresa llegue al destino deseado de la manera más eficiente posible, superando obstáculos y adelantado a los competidores en el camino.
¿Qué objetivos persigue la gestión estratégica?
La gestión estratégica de una empresa tiene como finalidad alcanzar 3 objetivos clave: conseguir ventajas competitivas, marcar el rumbo de la empresa e impulsar la innovación y el crecimiento sostenible.
Conseguir una ventaja competitiva
La gestión estratégica eficiente de una empresa debe priorizar el logro de una posición destacada en un determinado mercado. Para ello, es necesario generar una ventaja competitiva que diferencie a la empresa de los competidores directos, y así asegurar el liderazgo y la permanencia de la empresa en el sector.
Conseguir una o varias ventaja competitiva es crucial para desarrollar una propuesta de valor de una marca o empresa y así, desarrollar estrategias que ayuden a una empresa a sobresalir sobre sus competidores, atrayendo a más clientes y asegurando una posición preferente en el mercado. Esto se traduce en mayores ventas, rentabilidad y sostenibilidad a largo plazo para el negocio.
Marcar el rumbo de la empresa
La gestión estratégica actúa como un faro para la empresa. Es decir, marca el rumbo hacia donde se debe dirigir los esfuerzos. El conjunto de procedimientos y acciones estratégicas prepara a una organización para adaptarse a fluctuaciones tanto externas (regulaciones gubernamentales, nuevas tendencias del mercado, etc.), como internas (políticas corporativas).
Por tanto, la gestión estratégica es una herramienta esencial para mantener a una empresa ágil, receptiva y competitiva ante el conjunto de elementos que influyen en la actividad de una empresa, ya sean de origen externo o interno.
Impulsar la innovación y el crecimiento sostenible
Además de englobar la administración de acciones para superar a la competencia y adaptarse a los cambios, la gestión estratégica tiene como objetivo promover una cultura de innovación que impulse el crecimiento a largo plazo. Para ello, es necesario: explorar nuevas oportunidades de negocio en un mercado; el desarrollo de productos o servicios innovadores; llevar a cabo una gestión financiera que mantenga la salud económica de la empresa; e implementar procesos internos de mejora continua que aumenten la eficiencia y la eficacia a nivel de toda la organización.
Por ejemplo, una empresa del sector tecnológico que aspira a ser líder en innovación sostenible, los objetivos de la gestión estratégica podrían incluir el desarrollo de productos energéticamente eficientes, con el fin de reducir la huella de carbono en un 40% para 2025.
Otro de los objetivos de la gestión estratégica podría ser aumentar la participación en el mercado en un 25% en los próximos tres años, mediante el fortalecimiento de la lealtad del cliente con un servicio al cliente excepcional.
Estos objetivos estratégicos actúan como guía de la gestión implementando acciones que lleven a la empresa hacia un crecimiento sostenible y responsable.
Elementos principales de la gestión estratégica
La gestión estratégica implica:
1. Establecimiento de la visión empresarial: define el objetivo final o el lugar al que quiere llegar a ser una empresa.
2. Análisis interno y externo: la gestión estratégica de una empresa requiere evaluar tanto el entorno interno, para alinear al personal con los objetivos, como el externo, para anticipar los cambios y desafíos.
3. Implementación de estrategias: cada líder y su equipo son responsables de llevar a cabo las estrategias diseñadas.
4. Estrategias adaptativas: es necesario el desarrollo de planes proactivos para enfrentar las posibles dificultades durante el desarrollo de la actividad empresarial.
5. Gestión participativa: la gestión estratégica debe fomentar la toma de decisiones de forma conjunta entre los responsables de las distintas áreas de la empresa. A su vez, debe ser una gestión de tipo descentralizada, es decir que la gestión de las estrategias de una empresa debe permitir que las decisiones y acciones no se centralizan en una sola persona o grupo pequeño, sino que se distribuyan a través de varios niveles de la organización para fomentar la inclusión y aprovechar diversas perspectivas.
6. Flexibilidad: la gestión de las estrategias corporativas debe caracterizarse por la capacidad de adaptación y respuesta rápida a los cambios.
7. Proactividad: implica tomar decisiones basadas en información y análisis detallado, con el fin de guiar la operativa de la empresa hacia adelante, asegurando que está lista para enfrentar desafíos y aprovechar oportunidades.
8. Análisis DAFO: este proceso consiste en identificar y utilizar las fortalezas y oportunidades de la empresa para superar las debilidades y enfrentar las amenazas. El análisis DAFO es clave para diseñar estrategias y tácticas que permitan a una empresa alcanzar los objetivos y destacar en su sector de actividad.
9. Innovación y desarrollo: se refiere al compromiso de la empresa con la inversión en investigación y desarrollo (I+D) para crear o mejorar productos, servicios y procesos. La innovación asegura que la empresa se adapte a las demandas y cambios del mercado, y también que tome la iniciativa y se posicione como líder en su ámbito de actividad.
Etapas clave en la gestión estratégica
El proceso de la gestión estratégica se desarrolla en varias fases, cada una de ellas es crítica para el éxito a largo plazo de una organización. Estas fases incluyen el análisis del entorno interno y externo de la empresa, la formulación de estrategias basadas en este análisis, la implementación de las estrategias seleccionadas y, finalmente, la evaluación y control de los resultados. Este proceso permite a las empresas adaptarse a los cambios del mercado y asegurar una ventaja competitiva sostenible.
Fase 1: Análisis estratégico. Se trata de evaluar tanto el entorno interno como el externo de la empresa para identificar fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas. Este análisis involucra comprender el mercado, la competencia, y las capacidades internas.
Fase 2: Formulación de estrategias. En base al análisis previo, se desarrolla el plan estratégico orientado a alcanzar objetivos a largo plazo. La formulación de estrategias incluye definir la visión y la misión de una empresa, así como establecer los objetivos estratégicos a conseguir de forma específica a corto (meses o 1 año), medio ( de 1 a 5 años) y largo plazo mínimo (10 años).
Fase 3: Implementación de estrategias. En esta fase se ponen en práctica las estrategias formuladas. Implementar las estrategias definidas requiere la asignación de recursos, la definición de roles y responsabilidades, y la puesta en marcha de planes de acción para cada una de las estrategias diseñadas. Además, al poner en práctica las estrategias formuladas, es vital incorporar un enfoque proactivo de gestión de riesgos que permita ajustar y responder rápidamente a cualquier cambio en el entorno externo o interno.
Fase 4: Evaluación y control. La última fase de la gestión estratégica implica el monitoreo constante del progreso hacia la consecución de los objetivos establecidos. El proceso de evaluación y control se refiere a hacer ajustes en tiempo real y de forma periódica con el fin de asegurar que se realicen las correcciones estratégicas según sea necesario.
Beneficios de la gestión estratégica
¿Por que es importante la gestión estratégica de una empresa? Los beneficios principales de llevar a cabo una gestión estratégica efectiva son los siguientes:
- Guía a la empresa: define la dirección mediante objetivos alineados con la visión y misión.
- Fundamentación de decisiones: actúa como pilar fundamental para tomar decisiones empresariales, proporcionando un marco sólido y una perspectiva estratégica que guía la selección de opciones en situaciones críticas.
- Asegura la continuidad de la actividad empresarial: facilita la adaptación y la competitividad en mercados cambiantes.
- Promueve la proactividad: analiza y responde eficazmente a las acciones de los competidores.
- Prepara para el futuro: equipa a la empresa con las herramientas y estrategias necesarias para anticiparse y responder a desafíos futuros, mientras maximiza el aprovechamiento de nuevas oportunidades.
- Desarrollo de ventajas competitivas: contribuye al crecimiento y fortalece la posición de la empresa en el mercado al identificar y desarrollar atributos únicos que la distinguen de sus competidores.
- Innovación y creatividad: fomenta la innovación al motivar la búsqueda de nuevas ideas y soluciones creativas que contribuyan al desarrollo y la diferenciación de la empresa en el mercado.
Para concluir, la gestión estratégica es esencial en el entorno empresarial actual, que está marcado por la incertidumbre y el cambio constante. Actúa como una brújula que guía a las organizaciones hacia el logro de los objetivos marcados a largo plazo, al mismo tiempo que facilita la adaptación y el crecimiento en un entorno competitivo.
Mediante una metodología sistemática y anticipatoria, la gestión estratégica posibilita que las empresas definan un rumbo preciso, impulsen la innovación y mantengan una ventaja competitiva duradera en el tiempo. Estos aspectos son clave para el éxito y la perdurabilidad de la actividad empresarial tanto en el presente como en el futuro.