En cualquier tipo de organización, la gestión empresarial desempeña un papel fundamental ya que consiste en controlar, planificar y organizar las actividades de la empresa con la finalidad de lograr los objetivos marcados.
Entender los diferentes tipos de gestión empresarial ayuda a los directivos y gerentes a establecer los mejores procesos que fomenten el trabajo en equipo en prosecución de los objetivos de la manera más eficaz posible y a la vez, que se utilicen de forma óptima los recursos humanos, materiales y financieros de la empresa.
En este artículo, analizaremos los principales tipos de gestión empresarial, destacando sus ventajas y desafíos, y su impacto en el rendimiento y éxito de las organizaciones.
Los 6 Tipos de Gestión Empresarial
Los principales tipos o estilos de gestión de empresas son los siguientes:
1. Gestión empresarial de tipo autocrático
El líder o gerente tiene el control absoluto sobre las operaciones y la dirección de la empresa, es el rasgo principal del tipo de gestión de empresas autocrática. Otras características de este estilo de gestión incluyen una toma de decisiones unidireccional, la imposición de directrices sin la participación de los empleados y una jerarquía de mandos muy rígida.
- Ventajas: en ocasiones la gestión autoritaria puede ser conveniente, por ejemplo, en situaciones de crisis o cuando se requiere tomar una decisión de forma ágil y rápida. También puede ser efectiva en las empresas cuyos empleados tienen poca experiencia o necesitan una supervisión constante para evitar errores.
- Desventajas: este tipo de gestión donde no existe una participación de los trabajadores en el proceso de toma de decisiones y sólo obedecen órdenes, conduce a una falta de motivación y compromiso por parte de los empleados. Otras consecuencias negativas derivadas de gestionar una empresa de forma autoritaria son la falta de creatividad e innovación en la organización, dificultad de los trabajadores para gestionar el estrés laboral y baja productividad.
2. Gestión participativa o democrática
El estilo de gestión empresarial democrática involucra a los empleados en el proceso de toma de decisiones y fomenta la colaboración entre los miembros de la empresa. Este estilo de dirección se basa en la idea de que las decisiones tomadas en equipo son más efectivas al tener en cuenta las ideas de todas las personas involucradas.
- Ventajas: la gestión participativa promueve la motivación y el compromiso de los empleados al permitirles tener voz y voto en las decisiones que afectan a su trabajo y al rendimiento de toda la organización. También fomenta la creatividad, la innovación y el trabajo en equipo, ya que se valora la diversidad de ideas y perspectivas.
- Desventajas: como este tipo de gestión requiere de la participación de diversas partes, la toma de decisiones puede llevar más tiempo. También es frecuente que surjan conflictos entre los miembros del equipo como consecuencia de las diversas perspectivas además de la aparición de dificultades en la implementación de los acuerdos si no se maneja adecuadamente. En estos casos, lo conveniente es que la decisión final la tome el directivo o mando superior.
3. Gestión basada en equipos
La colaboración entre los empleados y el empoderamiento de los equipos de trabajo por parte de los líderes empresariales, es el rasgo principal de las empresas que adoptan este estilo de gestión. El directivo o los diferentes cargos que lideran las áreas funcionales de una empresa, proporcionan orientación, delegan funciones y fomentan la autonomía de los equipos y de las personas para que tomen decisiones y ejecuten acciones.
- Ventajas: este tipo de management al promover la comunicación abierta y fluida entre los miembros del equipo, facilita el intercambio de conocimientos y la resolución de problemas. Por otro lado, las empresas que son gestionadas poniendo énfasis en los equipos por encima de los individuos, potencia la productividad, el sentido de pertenencia y el compromiso con la empresa por parte de los empleados.
- Desventajas: el mayor problema que puede surgir es la falta de coordinación y alineación entre los diferentes equipos si los directivos no establecen los mecanismos adecuados de comunicación y colaboración. Por otro lado, la gestión basada en equipos puede ser inapropiada en situaciones de emergencia que requieren tomar decisiones de forma urgente.
4. Gestión transaccional
La gestión transaccional es un modelo de gestión empresarial que se basa en sistemas de recompensas y reconocimientos cuya finalidad es motivar a los empleados hacia el logro de los objetivos propuestos. En este tipo de gestión de empresas, las recompensas o incentivos suelen ser de naturaleza económica y se otorgan cuando se alcanzan los resultados esperados. Es un tipo de gestión win- win, es decir tanto el gerente como el empleado ganan en este estilo de gestión empresarial.
- Ventajas: proporciona una motivación económica clara para los empleados, lo que aumenta su desempeño y compromiso. Al establecer metas y recompensas tangibles, la gestión transaccional ofrece claridad a los empleados hacia donde dirigir sus esfuerzos. Este enfoque de dirección también genera un sentido de pertenencia, mejora la productividad y promueve la consecución de metas.
- Desventajas: el inconveniente de este tipo de gestión empresarial es que los empleados se enfoquen únicamente en obtener recompensas y descuiden otros aspectos importantes, como la creatividad o la colaboración. Por otro lado, también existe la posibilidad que los directivos que basan su gestión en los incentivos originen un ambiente de competencia excesiva entre los empleados, afectando negativamente a la cooperación y trabajo en equipo. También existe el riesgo de que los empleados se sientan desmotivados si no logran alcanzar las metas establecidas o si las recompensas no son suficientes. Por ello, la gestión transaccional puede no ser efectiva en organizaciones con modelos de negocios que requieren de innovación constante en sus procesos. De forma análoga, el estilo de gestión transaccional no es efectivo en organizaciones donde es necesario que los trabajadores inviertan tiempo y esfuerzo en su crecimiento y desarrollo de nuevas habilidades más allá de las recompensas económicas.
5. Gestión transformacional
En la gestión transformacional se valora el capital humano de la empresa y se promueve la comunicación y la confianza entre la gerencia y los empleados. El objetivo principal de este modelo de gestión de una empresa es transformar la organización a través de una visión compartida y el compromiso de todos los miembros.
- Ventajas: el fomento de la creatividad, el compromiso y la autoconfianza de los empleados, son los pilares donde actúa este tipo de gestión de empresas. Busca aumentar el nivel de innovación y productividad. Adquiere especial relevancia la visión compartida de la empresa para así generar un sentido de propósito y una dirección común de todos los miembros de la organización.
- Desventajas: la gestión de empresas con un estilo transformacional presenta desafíos en términos de implementación, ya que requiere un liderazgo fuerte y habilidades de comunicación entre los líderes, así como crear los canales adecuados para facilitar el flujo de información. Además, algunos empleados pueden resistirse al cambio alargando en el tiempo el logro de la transformación deseada.
6. Gestión Laissez Faire
El último estilo de gestión se caracteriza por el grado de confianza máximo que el líder ofrece a los empleados, otorgando libertad para realizar sus tareas según el criterio de éstos. Los gerentes que implementan un estilo de gestión basado en dejar hacer proporcionan orientación, pero no imponen normas o conductas a la hora de realizar una tarea.
- Ventajas: la motivación y la productividad son los principales beneficios. Los empleados tienen autonomía en el desempeño de sus trabajos y se fomenta la capacidad para la autogestión. Generalmente, la aplicación de este tipo de gestión genera niveles más altos de creatividad y de innovación, ya que los gerentes valoran a los individuos y permiten explorar nuevas ideas.
- Desventajas: la ausencia de una dirección puede generar confusiones o falta de alineación entre las acciones que se ejecutan para conseguir los objetivos. No todas las personas están preparadas para asumir una total autonomía en sus funciones de su trabajo. El resultado negativo de este estilo de gestión es que puede ocasionar incumplimiento en los deberes de los trabajadores.
Para terminar, sólo queda incidir en que no existe un estilo de gestión único que sea aplicable a todas las empresas en todas las circunstancias. Como hemos visto, cada tipo de gestión empresarial tiene sus propias ventajas y desventajas. La elección del estilo de management adecuado dependerá de factores como la cultura organizacional, el tipo de industria, el tamaño de la empresa y/o los objetivos que se quieran conseguir.
En la mayoría de los casos, lo recomendable es que una combinación de estilos de gestión sea lo más apropiado. Por tanto, la comprensión de los diferentes tipos de gestión empresarial, así como de las prácticas más efectivas y sus implicaciones ayuda a los líderes y/o gerentes a adoptar el estilo de gestión más adecuado según los objetivos a lograr y la situación en la que se encuentra la empresa.